Antonio Amor, empresario madrileño de 40 años, lleva 16 trabajando en la gestión de franquicias de diferentes sectores. Desde hace seis años forma parte de la cadena de peluquerías Jean Louis David y hoy ya es propietario de cuatro franquicias de la marca.

FYN: ¿Porqué te interesante por el mundo de las franquicias?
A. A:  El modelo de franquicia te permite trabajar codo con codo con líderes de cada sector. La imagen de marca ya está consolidada, la marca es palanca impulsora de tráfico a los salones, es también el motor para rentabilizar el negocio. Su función como central de compras, centro de formación y apoyo en RRHH hace que puedas adaptar la estructura de tu negocio al corazón del negocio y los departamentos anexos dependan de la central.

FYN: ¿Y por qué tu salto al sector de la belleza y la peluquería?
A. A: Venía de un mundo completamente opuesto, gestionaba talleres de mecánica rápida, y al conocer un negocio tan atractivo como el de la belleza me enamoré. La verdad es que no le había prestado atención hasta que comencé mi andadura como franquiciado JLD. Fue un cambio total, ¡pase de reparar vehículos al mundo de la belleza!

FYN: ¿Cómo te interesaste por JLD?
A. A: Un muy buen amigo mío acababa de abrir un salón JLD y me invitó a conocerlo. Me quedé prendado de la imagen de calidad que transmitía su establecimiento. Desde ese momento, vi claro que debía diversificar mi negocio y apostar por este sector. En el momento que tomé la decisión, fui de la mano del departamento de Expansión de JLD para poder abrir el salón. Gracias a todas las herramientas de análisis de tráfico en la zona, poder adquisitivo, medias de alquileres, ayuda en el plan de inversión y negocio… me hicieron el camino más llevadero. Así, a los pocos meses, abrí mi primer salón JLD en Meléndez Valdés, 58, Madrid.

FYN: ¿Qué destacarías del camino juntos durante todos estos años?
A. A: Siempre me he sentido arropado por JLD y cuando hemos tenido nuevos retos nos hemos sentado y buscado un punto de encuentro que fuese lo mejor para ambas partes. Nuestra andadura sigue siendo igual que el primer día, nuestro entendimiento es inalterable, el respeto es fundamental por ambas partes.

FYN: ¿Cuáles son tus planes de crecimiento con JLD?
A. A:  Una vez que comprobé en mi primer salón que era un modelo de negocio rentable, decidí expandir y abrir otros tres salones. Ya dirijo cuatro en Madrid, he abierto uno cada año y medio en estos últimos seis años. Y ahora espero poder seguir creciendo.

FYN: ¿Qué resultados has obtenido?
A. A:  A día de hoy, el 70% de mis salones están amortizados, he encontrado un equilibrio favorable entre todos los conceptos de la cuenta de explotación de cada salón, de modo que me muevo entre un 18% y 25% de rentabilidad. Hay dos que actualmente son la locomotora de mi conglomerado de salones. En la actualidad, la belleza sigue considerándose un bien de primera necesidad para la mujer y gracias a ello podemos mantener un tráfico más que aceptable en los salones. Siempre ayudan las campañas que desde central crean para atraer a más clientas.

FYN: ¿Cómo gestionas tus salones?
A. A: Dispongo de una directora que coordina el día a día de los cuatro salones. A su vez, existe una Responsable-Manager por cada uno de los salones. Tengo la suerte de contar con un equipo humano extraordinario y excelentemente formado gracias a la formación continuada que reciben. Mi labor se basa en controlar que todo funcione, conseguir que mis equipos sean muy competitivos y que todos los colaboradores se encuentren contentos y motivados, siempre busco la excelencia puesto que asegura la rentabilidad de mis negocios.