Gloria Merino creó la cadena de peluquerías Optimmum con el objetivo de independizarse profesionalmente y tomar sus propias decisiones. “Después de muchos años como peluquera trabajando en varios modelos de negocio (desde una peluquería de barrio a una de centro comercial), decidí coger lo mejor de cada modelo y crear mi carrera profesional en solitario. Acababa de ser mamá y quería poder decidir mi horario y trabajar como a mí me gusta, sin dar explicaciones”, recuerda Gloria.
Así, con experiencia en el sector, diseñó al detalle cómo quería que fuera su negocio de peluquería. Hoy, unos años después, su proyecto empresarial se ha convertido en una exitosa realidad. Optimmum, que ahora inicia su expansión a través de franquicias, destaca por el éxito conseguido entre el público. Gloria nos cuenta los detalles de este negocio de peluquería ideal para mujeres emprendedoras.
FYN: Optimmum se ha convertido en una peluquería de referencia en su zona, en Terrassa. ¿Qué os ha hecho líderes?
G. M: En Optimmum ofrecemos una peluquería de calidad, cercana y económica. A la gente le gusta que le reconozcan por su nombre, que le pregunten cómo le ha ido la semana, qué tal va el trabajo... Eso es la peluquería, y con los precios económicos que tenemos prácticamente todo el mundo se lo puede permitir. Si a eso le sumamos la imagen de Optimmum y la calidad de nuestros productos, todo hace que sea muy apetecible entrar a nuestro centro y pasar un rato agradable.
FYN: Servicio Premium a precios low cost. ¿Cómo se consigue?
G. M: Los precios low cost se consiguen con mucho trabajo, hablar con unos y otros proveedores, negociar con ellos… A mayor compra de productos, más descuento aplicado. En Optimmum trabajamos con una empresa italiana con la que estamos en negociaciones para ser sus proveedores en España.
FYN: Ahora habéis empezado a franquiciar el negocio. ¿Por qué apostáis por expandir vuestra marca con franquicias?
G. M: Estamos preparando una segunda apertura propia, eligiendo la ubicación, y en paralelo apostamos por crecer con franquiciados porque creemos que Optimmum es un modelo de negocio sencillo, un autoempleo con mucho beneficio. Además, la expansión en franquicia nos permite que nos conozca la máxima gente posible en menos tiempo.
FYN: Por sus características, ¿dirías que es un negocio adaptado al perfil de mujer emprendedora?
G. M: Es un negocio ideal para la mujer emprendedora porque, como decía antes, como autoempleo es muy beneficioso. La peluquería es muy personal y cuando trabajas para otra persona, tienes que amoldarte a las “manías” del jefe. En Optimmum apostamos por que cada profesional ponga en práctica sus técnicas: tenemos un protocolo de atención al cliente pero una vez este está sentado en su silla, es la parte artística de cada franquiciada la que aflora. Si a eso le sumamos la flexibilidad horaria y los beneficios económicos, este es un negocio ideal para una mujer emprendedora.
FYN: Imagino que también es una franquicia que se adapta a otros perfiles de emprendedor, ¿no?
G. M: También estaría pensada para un inversor que quiera gestionar un equipo de profesionales de peluquería. Su rol sería el de mantener el stock, contactar con la central franquiciadora, proveedores…
FYN: ¿Qué servicios ofrecéis a la cadena de franquicias desde la Central?
G. M: Desde la central ofrecemos asesoramiento continuo, contacto con proveedores, ayuda de todo tipo… Desde Optimmum queremos ofrecer un pequeño matrimonio al franquiciado para ayudarnos en lo bueno y en lo malo.
FYN: ¿Cuál es vuestro plan de expansión?
G. M: Nuestro principal objetivo es crecer de manera racional cerca de casa para poder ofrecer la mayor calidad a la hora de asesorar y ayudar a nuestros franquiciados. Aun así, no descartamos ninguna candidatura. Nos llegan peticiones desde Madrid, Cádiz, incluso desde Sudamérica nos ha llegado alguna. Pensamos que el primer año podríamos abrir dos franquicias, para ir aumentando la cifra cada año.
FYN: ¿Qué necesita un emprendedor para abrir una franquicia Optimmum?
G. M: Para empezar, una peluquería Optimmum necesita de un mínimo de tres trabajadoras, aunque para un local de 100 metros cuadrados, cinco trabajadoras es el número ideal para sacar el máximo rendimiento.?