Princelandia, la franquicia que mezcla los conceptos de ocio infantil y educación personal, ha completado un estudio del que se desprende un aumento en la necesidad ocupacional de los menores durante el periodo estival.
Los meses de verano suponen, en ocasiones, un quebradero de cabeza para los padres, debido a que sus obligaciones laborales les impiden responsabilizarse a tiempo completo de sus hijos. El recurso más empleado es dejar a los menores al cuidado de un familiar, si bien muchas familias optan por las ofertas públicas de ocio y cuidado infantil. El acceso a esta oferta puede ser limitado por su gran demanda y número de plazas insuficiente.
Este año, debido a la crisis, aumentará un 40% las familias que dejarán a sus hijos con abuelos, amigos o conocidos. No obstante cada año aumenta la necesidad de ocio para los más pequeños, ya sean granjas escuelas, campamentos o talleres de verano. Se espera que a pesar de los datos, el periodo estival genere un incremento del 56% del sector ocio infantil.
Princelandia ofrece una alternativa a estas opciones. En sus instalaciones, las niñas pueden disfrutar, a la vez que aprenden nociones básicas de autocuidado. Esta combinación garantiza a los padres la tranquilidad de que sus hijas están siendo atendidas por profesionales, participando en unas actividades de ocio y aprendizaje, lo que supone la consecución de un doble objetivo: el aspecto ocupacional y, además, las enseñanzas que, a través de estas actividades de ocio se inculcan a la menor.
“Somos conscientes de la problemática que surge durante el verano, debido a largo periodo de vacaciones escolares. Si a esto se le añaden las obligaciones laborales de los padres, que a medida que pasa el tiempo se van quedando sin recursos que ofrecerles a sus hijos en cuanto a ocio se refiere, nos encontramos ante un verdadero problema”, detalla Reyes Rodríguez, directora de Princelandia.
Desde Princelandia “ofrecemos a los padres una alternativa a las soluciones ya conocidas, para que tanto ellos como las niñas experimenten una nueva práctica que, en la mayoría de los casos, repiten sin lugar a dudas”.
De esta manera, la franquicia se postula como una alternativa para el ocio infantil con programas de entretenimiento adaptados a la edad de las menores. Según su directora, “queremos que las vacaciones de nuestros hijos dejen de ser un problema y encontrar esa tranquilidad que buscamos cuando nos decantamos por un plan de ocio que se ajuste a sus necesidades y a las nuestras”.