La enseña proporciona a sus franquiciados una completa formación especializada, uno de los mayores activos que la empresa transmite a los emprendedores.

La cadena de papelerías Alfil.be es un negocio en franquicia dirigido a “cualquier persona que quiera dar un impulso económico a su economía particular de una forma consolidada, es decir, invirtiendo en uno de los sectores más tradicionales que existen en nuestro país y, sin duda ,con un futuro largísimo”, explica su director general, Josep Maria Turú.

El negocio de Alfil.be se dirige tanto a emprendedores en busca de un autoempleo como a inversores. Estos franquiciados reciben formación especializada: “es el activo más importante que como insignia transmitimos a nuestro franquiciados. Inicialmente, con un curso de formación ofrecido íntegramente en nuestras oficinas centrales con una semana de duración, y más tarde con la supervisión diaria y constante de nuestro departamento de producto. Para ello, hacemos uso de las tecnologías de comunicación más avanzadas que nuestro mercado nos ofrece”, detalla el director general.