Juan Ángel Saenz es franquiciado de Pannus en Madrid desde hace poco más de un año. Este arquitecto técnico decidió reinventarse profesionalmente a los 55 años y crear su propio negocio de manos de la franquicia de panaderías Pannus. Así, Juan Ángel abrió en enero de 2014 su panadería en el barrio de Chueca, un negocio familiar donde trabaja junto a su mujer y sus dos hijos, además de dos empleados más. “Me decidí por una franquicia porque vengo de otro sector y consideré que, para que mi negocio fuera de éxito, lo mejor era ir de la mano de una franquicia sólida y de reconocida trayectoria profesional”, explica Juan Ángel. “Escogí el sector de la panadería porque siempre me gustó y porque tal y como la gestionaba Pannus y cómo son sus establecimientos, consideré que corría menos riesgo, incluso habiendo otros negocios que suponían menor inversión”, añade.
UNA MARCA CON PROFESIONALIDAD
De entrada, este franquiciado se sintió atraído por el trato tan profesional de Pannus, la limpieza de sus establecimientos, la decoración de los mismos, la colocación de los productos, su variedad y calidad… “Estuve en contacto con varias empresas de la misma actividad pero me incliné por Pannus porque consideré que era, a nivel profesional, la que mayor confianza me daba, por el trato personalizado que recibí. Me brindaron todo el apoyo en cuanto a la gestión”. Y a lo largo de estos meses de trabajo con su franquicia, esta profesionalidad que él mismo destacaba al principio se ha visto confirmada. “Ya ha hecho un año que tengo mi franquicia y estoy muy satisfecho del funcionamiento de mi establecimiento”, afirma.
EL KNOW HOW DE LA MARCA
¿Una de las claves de este buen funcionamiento de su franquicia? “Tengo muy claro que el éxito radica en seguir las instrucciones que se reciben de la Central, ya que, en definitiva, son los que saben cómo tiene que funcionar un establecimiento para ser rentable, como lo es el mío. Por ejemplo, los mostradores tienen que estar siempre llenos de género. A veces, como a todos, nos duele el sobrante, pensamos que es un capricho de la franquiciadora el que los mostradores estén a rebosar de género y pensamos que la colocación de los productos no tiene tanta importancia, pero no seguir estas indicaciones de la central penaliza las ventas. Por ello recomiendo a los demás franquiciados que, si siguen los métodos de formación que han recibido de la marca, por mi experiencia, venderán más”.
AUTOEMPLEO
Juan Ángel necesitó una inversión aproximada de algo más de 200.000 euros, una cantidad en la que se incluía acondicionamiento del local, tasas, licencias e impuestos. En su día a día, el franquiciado regenta su negocio junto a su mujer. “Somos uno más a la hora de arrimar el hombro, en este tipo de negocio hay que remangarse y conocer el negocio de arriba a abajo, reconocer el gran esfuerzo que hace día a día mi personal, ya que es el valor más importante”. En total, el local Pannus de Juan Ángel, que tiene 140 metros cuadrados aproximadamente, funciona con seis personas: “Además de mi esposa y yo, trabaja también mi hija y mi hijo, este último en momentos puntuales, y dos trabajadores más. Somos una empresa familiar”.
¿POR QUÉ INVERTIR EN PANNUS?
En este sector, el cliente valora la máxima calidad, un pan y una bollería de alta calidad y con una manipulación y presentación esmerada, “por ello vienen a Pannus, porque saben que son panaderías que están reconocidas como las de más alta calidad a nivel nacional”, destaca Juan Ángel. “Recomendaría este negocio a los emprendedores que busquen un negocio de largo recorrido, en el que no existe riesgo de morosidad alguno. ¡Yo ya estoy pensando en abrir mi segunda franquicia!”.