Brasayleña es una cadena de restaurantes especializados en carnes asadas al estilo del rodizio brasileño y entre sus filas encontramos a franquiciados que antes de serlo, comenzaron como empleados de la cadena. Es es el caso de Lindomar de Souza, que comenzó como churrasquero en un restaurante de Madrid y hoy cuenta con dos establecimientos situados en Vitoria y Pamplona.

En Brasayleña encontramos empleados que, conociendo bien cómo funcionan sus restaurantes, deciden convertirse en franquiciados. Lindomar de Souza Porto, nacido en Brasil y residente en España desde hace más de 10 años, comenzó trabajando en esta cadena de churrasquerias hace seis años como camarero en un restaurante de Madrid. Fue conociendo bien el negocio y esto le hizo ascender primero a Jefe de Carnes del restaurante y posteriormente a Gerente del establecimiento de Plenilunio en Madrid. “La operativa del negocio me la sabía y esto me permitió acceder al departamento de franquicias, donde estuve dos año formando nuevos franquiciados y a su personal, para más tarde apoyar a la central en las aperturas y visitar a los franquiciados”, explica Lindomar.

En 2013, este empleado dio el paso de abrir su propia franquicia de la marca en Vitoria. “El resultado fue casi inmediato, crecimos más de un 25% el primer año y continuamos invirtiendo para seguir creciendo”, comenta Lindomar. Un año después, decidió hacerse multifranquiciado y abrir un nuevo local, esta vez en Pamplona. "Cuando yo me hice franquiciado, ya conocía perfectamente el funcionamiento de la franquicia, conocía la marca y su potencial, la rentabilidad de un restaurante correctamente gestionado y conocía el servicio de la franquicia, por eso decidí convertirme en mutifranquiciado”, apunta.

Brasayleña cuenta con 25 locales en 12 provincias y crece anualmente de forma consolidada, manteniendo cerca del 45% de los restaurantes propios.