La franquiciada Imane El Ahrache gestiona marcas muy diferentes: moda con Calzedonia, estética con Overcolors, educación infantil con Nenoos y restauración con Dunkin Coffee. Su relación con el mundo de la franquicia comenzó en 2008 y hoy ya cuenta con ocho locales y una plantilla de 45 trabajadores. 

¿Por qué razón entraste en el mundo de las franquicias?
Me apasiona el mundo del comercio, pero es un sector muy competitivo y para garantizar el éxito hay que trabajar con marcas líderes y consolidadas.

¿Y por qué decidiste seguir creciendo con franquicias de restauración?
Tuve la oportunidad de abrir mi primer Dunkin Coffee y me encantó, desde el producto, la operativa diaria y las grandes ventajas respecto al retail de moda.

¿Cuánto has invertido en la apertura de cada una de tus franquicias?  
200.000 €.

¿A qué dedicas tu día a día como franquiciada?
Principalmente formación, coordinación y supervisión del personal, intentado sacar siempre tiempo para la parte más bonita, la atención al público. La dedicación es completa.

Las claves de éxito de tu franquicia Dunkin Coffee son…
Un buen producto, con una buena marca e imagen, en una buena ubicación.

¿Es interesante a la hora de invertir el sector de la restauración?
Sí, tienen un consumo muy regular, que no depende de temporadas de moda, un buen margen, sin rebajas ni stocks sobrantes y es inmune a la competencia de la venta por internet.

Lo mejor y lo peor de ser franquiciado…
Como en cualquier empresa propia, lo mejor y lo peor es lo mismo: tú eres el responsable, de lo bueno y de lo malo.

Para gestionar varias franquicias con éxito, se requiere…
Aunque suene a tópico, lo primero es tener pasión por tu trabajo, además, destacaría la dedicación y la capacidad de liderazgo.