Su despacho, amplio y luminoso, está repleto de premios. Estanterías llenas de ‘trofeos’, paredes sin huecos en los que colgar un solo diploma más. Galardones a una carrera ejemplar, que evidencian que Francisco Martín Frías se ha convertido, gracias a su trabajo, en un empresario de referencia en nuestro país. Es el Presidente de MRW, cadena de transporte urgente que lleva en el mercado desde 1979. Más de 30 años durante los que Francisco Martín Frías ha estado 100% dedicado al negocio.
Hoy, a sus 70 años, Martín Frías sigue acudiendo a diario a su despacho, en la sede Central de MRW, situada en Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Y sigue reuniéndose todos los días con el equipo directivo para desayunar y tratar todos los temas importantes de la empresa. Su hijo, Francisco Martín Villanueva, le ha sucedido en el cargo de Director General y es él quien se encarga ahora de dirigir el timón de esta empresa, que suma en todo el mundo más de 1.300 franquicias.
“No estoy jubilado, ni pienso jubilarme por ahora”, dice, orgulloso, Francisco Martín Frías. Su labor en la presidencia de la empresa la combina con las numerosas ponencias para las que le reclaman, la entrega constante de premios y sus hobbies, cuidar su jardín y sus coches.
Un emprendedor con solera
Martín Frías ha dedicado toda su vida al mundo de los negocios. Montó su primera empresa con 18 años, cuando compró una excavadora y se convirtió en un referente en el sector de la excavación de terrenos en Barcelona. “Estuve trabajando en esa empresa hasta los 37 años”. Fue entonces cuando, con dos socios (que todavía lo son, “tan sostenible es la empresa como los socios”), compró una compañía en quiebra en Barcelona: Mensajeros Radio. O lo que es hoy: MRW. “Le vimos muchas posibilidades”. Y tuvieron un buen olfato. Aquello fue en 1979 y en 1980 abrieron delegación en Madrid, iniciando la ruta interciudades “con algo que ahora se da por hecho, pero que inventamos nosotros: el servicio puerta a puerta”. Y es que si en algo se caracterizan en MRW es en ser innovadores. Han sido los primeros en muchas cosas, por ejemplo en ofrecer este tipo de servicio, con el que consiguieron “un salto en toda España. Llegamos a tener hasta 26 delegaciones propias en toda España, atendíamos a todas las provincias españolas a través de colaboradores”.
Innovación también en la franquicia
Y antes de que nadie hablara de franquicia en España, MRW ya dio los primeros pasos en este sentido. Ante el gran crecimiento por toda España a través de colaboradores, en 1986 la marca decidió cederles la marca. “No es que abriéramos franquicias, no les llamamos así porque el término como tal no existía, sino que dimos a nuestros colaboradores el rótulo, la imagen, el modus operandi…Y cuando en los ’90 se empezó a hablar de franquicia, nos dimos cuenta de que era lo que hacíamos nosotros”.
Así, en 1991, Martín Frías decide que es el momento para que MRW lance su Plan Naranja por el cual todas las delegaciones, que trabajaban como personal de la empresa, pasaron a convertirse en franquiciados. “Se les vendió la idea y a cambio de los finiquitos se quedaron con determinadas zonas. Fue un salto brutal. Antes ya lo habíamos hecho en Venezuela: convertimos las 14 delegaciones propias en franquiciadas y dio muy buenos resultados. Aquí no nos atrevíamos a hacerlo por que era mucho más volumen, pero al final en el ‘91 pasamos de 1.180 personas en plantilla, a toda una red de franquiciados”.
Falta espíritu emprendedor
A Martín Frías le gusta hablar de su experiencia, le gusta contar sus vivencias y servir de ejemplo a otros que empiezan. “Todas las empresas grandes empezaron siendo pequeñas”, recalca. Y él, con espíritu emprendedor desde siempre, se queja de la falta de emprendedores en España. “La falta de cultura emprendedora se debe a muchos factores. En España parece lícito que un futbolista o alguien que hereda sea rico pero sin embargo, el emprendedor que ha llegado a arriba es a veces sospechoso de haber hecho algo ‘ilícito’ para haber llegado alto. Es todo lo contrario que pasa en Norteamérica. Aquí incluso se mira mal al empresario”, explica. “Muchas veces, se le ve como un explotador por que está haciendo trabajar a la gente. Imagínate, si ahora hubiera muchos que hicieran trabajar a la gente… Ojalá hubiera más emprendedores”.
Su faceta solidaria
Emprendedores como él, que ha sabido conjugar su objetivo como empresario (ganar dinero) con ser socialmente responsable. MRW ha recibido numerosas menciones por su labor en Responsabilidad Social. Hace unos meses, la empresa entregó 100.000 euros a la ONG Acción Contra el Hambre gracias a las aportaciones de sus clientes, en su campaña “1€ solidario”, una de sus últimas propuestas. Y es que la empresa dedica un porcentaje de su facturación a acciones sociales. “No está reñido el tirar adelante la empresa y ganar dinero con dedicar recursos a estos menesteres. Estamos muy contentos por lo que hacemos y más aún porque hemos hecho que empresas del sector hagan lo mismo, pequeños pinitos que van sumando. Nos sentimos referentes en ese sentido y eso nos causa mucha satisfacción”.
Servicios gratuitos
MRW cuenta con diferentes planes de acción social, a través de los cuales se ofrecen servicios gratuitos a determinados colectivos y personas. “El primero de los planes, el Sub 25, lo creé acordándome de mi época de soldado en la mili”. Se trata de un programa de envío gratuito para estudiantes y soldados. “Cuando estaba haciendo el servicio militar, recuerdo que la llegada de un paquete de algún familiar era una especie de fiesta. Y quise colaborar”. La mayoría de los planes sociales de MRW han ido surgiendo de esta forma. “Recuerdo otro plan que surgió de una charla que di en Tarragona, gracias a una propuesta de un asistente”. Para familias numerosas, para la tercera edad que vive en geriátricos, para la adopción de mascotas… “Con todo esto ganamos menos pero entendemos que hacemos una buena labor. Somos raros. Vamos a alcanzar los 20 millones de envíos solidarios”.
Ahora, además, MRW, de manos de Esther Martín Villanueva, hija de Martín Frías y Directora General de Responsabilidad Social del Grupo, prepara el lanzamiento de la Fundación MRW. Otro paso más. Y siguen por delante.
El orgullo corporativo
Todas estas acciones, al igual que los premios recibidos por la empresa, refuerzan el orgullo corporativo. Desde el primero hasta el último de los trabajadores de la empresa se siente orgulloso de colaborar con estas causas, reciben la gratitud de la sociedad. Y esto ayuda a mejorar la calidad de los servicios.
Y hablando de orgullo corporativo, ¿algún hecho del que esté especialmente orgulloso?, le preguntamos a Martín Frías. Responde convencido: “Especialmente de dos. El primero fue en 1997, cuando firmamos el primer convenio con la ONCE para contratar a 100 personas con discapacidad. Sabía que serían muy bien acogidos en la empresa”. ¿El segundo? “Fue hace unos 12 o 13 años, cuando el correo francés nos ofreció 60.000 millones de pesetas y yo dije que no. Desde entonces, han desfilado por aquí proponiéndonos diferentes ofertas de compra el correo alemán, el inglés y grandes empresas como TNT, UPS o Federal Express…”. La cifra es contante y sonante: 60.000 millones de pesetas, hace más de 10 años. Pero MRW sigue siendo de capital 100% español. “No haber atendido a las ofertas de compra ha permitido que mis hijos sigan mi camino. Sé que van a seguir mi línea, lo llevan muy a dentro. Todos somos felices con la trayectoria de la empresa”. Y eso se nota.
La franquicia
“Las características de la franquicia, incluso en nuestra actividad, da mejores resultados que si tienes personal propio que tienes que manejar desde un punto lejano. Y los franquiciados son como el franquiciador, gente que se lo juega todo, su dinero, su reputación profesional, su futuro…”.
La relación de MRW con sus franquiciados es cercana, aunque son más de 600 en toda España. El coordinador de franquicias de la compañía es, de hecho, un franquiciado, por lo que conoce bien las necesidades de éstos. Además. MRW cuenta desde 1991 con su Comité de Ética y Arbitraje, un organismo que acerca a ambas partes, les mantiene en contacto, resuelve posibles conflictos…
Y de manos de sus franquiciados, la empresa sigue avanzando en el mercado. Crecen en envíos (“en el mes de abril sumamos un 6,4% más de envíos que el mismo mes del año anterior”), y siguen añadiendo nuevos servicios (uno de los últimos, su servicio e-commerce). “En 2010 crecimos un 3,4% en el volumen de ventas y este año esperamos llegar al 8%”.
Objetivos internacionales
Los objetivos internacionales de la empresa se fijan en los mercados latinos. “Nos estamos posicionando mucho. Queremos crecer en Colombia, Chile y Perú”. Estos planes de expansión están dirigidos por Martín Villanueva, su hijo, “es tan cabezota como yo”.
Y en España “todavía queda mucho por hacer”. Se preparan para lanzar “una primicia”. “Será una nueva forma de envío, una revolución, como lo fue el puerta a puerta en su momento. Sólo un par de países lo hacen, por los elevados costes, pero los clientes lo valorarán muy positivamente” .
MRW ha llegado lejos. Francisco Martín Frías se ha encargado de ello. Hoy son más de 10.000 trabajadores en esta empresa que ha sido calificada en varias ocasiones como uno de las 25 mejores compañías españolas en las que trabajar. ¿Cómo se consigue crear una empresa así? ¿Cómo tiene que ser su líder para lograrlo? “Ante todo, un buen líder tiene que tener dos características: la primera es ser egoísta. Si ganas dinero, crecerá la empresa y también las personas que están a tu lado. Después hay que ser un generador de confianza. La confianza es básica”.
Emprendedores
¿Y qué consejos les da a aquellos emprendedores que empiecen en el mundo empresarial? “Que compren una franquicia, aunque no sea nuestra. Una franquicia te ayuda a arriesgar poco, porque la marca está consolidada, puedes preguntar a otros franquiciados sobre su experiencia, ves ejemplos… Aún así, siempre tienes que arriesgar, tener tesón y trabajar. El que crea que puede ganar dinero sin trabajar, está equivocado”.