La imagen del Toro se convirtió en su estandarte. Su emblema, reconocido en toda España. Osborne hizo de este animal su imagen en 1956. Un gran acierto que le llevó a las carreteras más transitadas del país, haciendo del toro una imagen de tradición y cultura nacional. Osborne se ha convertido en una enseña emblemática, una compañía de alimentación y bebidas con décadas de tradición que, hoy, avanza en el sector de las franquicias con sus Tiendas Toro by Osborne. “La cadena nació en 2011, tras la constatación de la fortaleza de la marca: el Toro de Osborne tiene un tirón popular indudable desde hace décadas, pero ahora además sabemos que es un activo comercial muy potente. En 2009 iniciamos la actividad de licencias y actualmente tenemos productos licenciados en múltiples categorías. El éxito de las licencias nos llevó a pensar que una tienda bajo el rótulo del Toro y con productos con un tirón contrastado tenía que ser un buen modelo de negocio”, explica Juan Alegría, director de Nuevos Negocios de Osborne. Y así nació esta cadena de establecimientos, en los que se vende una gran variedad de productos fabricados bajo licencia: casual wear, ropa vaquera, corbatas de seda, relojes, joyería y bisutería, marroquinería, toallas de playa, cascos de moto, souvenirs, juegos de café, accesorios de coche… “Adicionalmente desarrollamos productos para su venta exclusiva en las tiendas del Toro de Osborne. Tenemos algunos artículos a la venta tan especiales como la equipación oficial del equipo español de tenis, con el que Nadal y el resto del equipo conquistó la última Copa Davis hace escasas semanas”, detalla Alegría.
Con su variedad de productos, el Toro de Osborne es una marca que llega a todos los públicos: hombres y mujeres, jóvenes y mayores, españoles y turistas. “Disponemos de una investigación de mercado sobre una muestra representativa de la población española que arroja resultados objetivos extraordinarios para la firma y para quienes confíen en ella. Es una grandísima ventaja gestionar una marca con un espectro tan amplio de clientes y con unos valores tan sólidos. Como concluye la citada investigación, el Toro de Osborne es mucho más que una marca”.
La cadena cuenta ya con cuatro tiendas, tres en propiedad y una franquicia en Salamanca. En su plan de expansión se plantean acabar el año con unas ocho o diez tiendas. “Pero no estamos condicionados por este objetivo y vamos a ser selectivos en las ubicaciones y en la selección de franquiciados. No tenemos ninguna necesidad de correr. La marca ha demostrado su fortaleza durante sus 55 años de vida, y no vamos a asumir riesgos innecesarios”, matiza el director.
En franquicia
Tiendas Toro busca emprendedores que entiendan el potencial de la marca, que demuestren seriedad y capacidad de gestión, que combinen autonomía en la gestión y disciplina para acatar las directrices del franquiciador, que tengan ilusión y fuerza comercial para identificar y aprovechar las oportunidades comerciales en la zona donde se ubique su tienda, que confíen en Osborne, y que tengan la capacidad financiera necesaria para realizar la inversión.
Con una inversión inicial aproximada de 100.000 euros, las tiendas de la firma deben estar en zonas comerciales de ciudades de más de 100.000 habitantes, a pie de calle, con tránsito de turistas y de la gente local. <