Roberto García Mendez, franquiciado de El Dedal de la Tata en Avilés.

Roberto García abrió su franquicia en octubre de 2010, en el Centro Comercial El Atrio, en Avilés, y tras este tiempo de manos de El Dedal de la Tata se muestra más que satisfecho. García compagina su faceta de franquiciado con otro empleo y, gracias al programa informático de El Dedal de la Tata, no tiene ningún problema en llevar adelante sus dos ‘carreras’ laborales.

FYN: ¿Por qué elegiste el sector de arreglos de ropa para montar tu propio negocio?
R.G: Porque es un sector estable y resistente a la crisis. Hay épocas en las que se arregla mucha más ropa nueva y en cambio otras más ropa usada. Es también un sector que está fuera de las modas del mercado y un servicio necesario que es utilizado por todo tipo de segmentos de la población.

FYN: ¿Y por qué te decidiste por la marca El Dedal de la Tata?
R.G: En un principio estudié todas las marcas. Pasé por todas como cliente para hacer mis arreglos y a continuación me puse en contacto con todos los franquiciadores. El Dedal de la Tata me habló muy claro desde el principio. También hay que decir que donde mejor calidad encontré en los arreglos  fue en esta marca. La explicación de esto es muy clara: en El Dedal de la Tata  hacen ellos mismos la selección de personal, desde el principio hasta el final, incluso con pruebas prácticas muy completas. Se le da mucha importancia a la gente que trabaja en sus tiendas y a la localización del local. Me ofrecieron un local en un Centro Comercial, donde ellos mismos me negociaron el alquiler. Me acompañaron y asesoraron en todo y aquí estoy, contentísimo con mi tienda.

FYN: Desde tu experiencia, ¿cuál dirías que ha sido la mayor dificultad que te has encontrado en todo el proceso?
R.G: El mayor miedo que tenía era al control del negocio. Yo tengo otro trabajo y no dispongo de mucho tiempo. Este problema lo encontré resuelto con el programa informático que tenemos en la franquicia. Desde cualquier dispositivo con acceso a Internet puedo controlar cómo va mi tienda. Tenemos muchos y diversos listados para ver la marcha del negocio, incluso he pedido un listado concreto y la franquiciadora me lo ha proporcionado de forma inmediata. Me llamó la atención la flexibilidad que tiene este programa y la buena disposición de la franquiciadora para adaptarse a las necesidades de cada uno.

FYN: Y a día de hoy, ¿puedes decir que se han cumplido tus expectativas?
R.G: Pues sí, y en mayor medida de lo esperado. Tengo un local muy bien situado, con una renta asequible y un personal fabuloso. Y todo ello con la ayuda y asesoramiento de la franquiciadora, con quienes me mantengo en contacto continuo. No me siento abandonado, sino todo lo contrario, están pendientes y visitan mi tienda de forma continuada. En cuestión de pedidos tienen muy buenos precios y buen servicio. He indagado precios con mayoristas del sector y he confirmado que tanto precios como servicios son mejorados por la franquiciadora.