Con solo 31 años, Javier Hijazo ya tiene cuatro franquicias Eroski en Zaragoza. “En 2009, me uní a Eroski y hoy ya son cuatro los locales que tengo con la marca, dos de ellos abiertos este mes de mayo”, explica Javier.
Licenciado en marketing y gestión comercial, Javier tenía experiencia en el sector del comercio cuando decidió unirse a la red de supermercados Eroski. “Tenía algo de experiencia en comercio y sabía que las cosas no son tan fáciles como parecen. Cuando trabajaba sin la franquicia, si necesitaba ayuda o solución a cualquier problema que me surgía, no tenía donde echar mano, pero con Eroski he encontrado ese apoyo y solución a cualquier problema que me pueda surgir”.
Un sector con demanda
Para este franquiciado zaragozano, el de la alimentación es un sector “muy interesante, ya que por mal que vayan las cosas, la gente no va a dejar de comer”, explica. Tras abrir su primera franquicia Eroski en 2009, vio que el negocio funcionaba y que el trabajo que realizaba “servía para algo”. Y añade: “tuve la oportunidad de abrir más locales y seguir realizando el trabajo que me gusta”. En el caso de Javier, la inversión por franquicia no superó los 20.000 euros, ya que tenía los locales bien acondicionados para la actividad".
Con cuatro tiendas en su haber y una experiencia probada, Javier afirma que la crisis se nota en que la alegría del cliente no es la misma ahora que hace cinco años la hora de comprar, pero aún así, “el sector no ha sufrido tanto como otros ya que, como antes decía, la gente tiene que comer”.
Este emprendedor encontró en Eroski un gran apoyo profesional y una gran rapidez a la hora de resolver problemas e imprevistos en el día a día. “¡Tan solo con una llamada!”, destaca. Javier señala también “el gran margen comercial y la visión que tiene el cliente sobre la marca Eroski”.
Las claves para triunfar
Además del soporte de la Central, a la hora de que el negocio funcione, para Javier es muy importante la ubicación de sus locales: “depende de donde esté ubicada la tienda, tus ventas pueden cambiar mucho. Para mí la ubicación ideal es el centro de la población o la entrada de la población”. El personal es para Hidalgo otro de los básicos a la hora de conseguir buenas ventas y un buen funcionamiento del negocio. “En mi caso, hay cuatro empleados por establecimiento”.
Planes de futuro
Con dos tiendas recién abiertas, Javier se centra ahora en consolidarlas y llegar a las ventas que ya consigue con sus dos primeras franquicias. “Y si todo va como tiene que ir, mi idea es poder ampliar el número de establecimientos, aunque más a largo plazo”.