Con sus restaurantes La Mary, el Grupo Andilana quiere extender su éxito a emprendedores interesados en este sector. Su propuesta gastronómica se basa en una sugerente selección de platos basados en la cocina mediterránea con unos precios muy ajustados, generando una excelente relación calidad-precio al cliente. “Todo ello disfrutado en un ambiente acogedor y agradable que hemos conseguido con nuestro cuidado interiorismo, lleno de pequeños detalles, que crean un ambiente refinado y exclusivo”, detalla Óscar Lapena, su director de Expansión.
Los franquiciados de La Mary reciben un gran soporte del Grupo. “Asesoramos al franquiciado en decisiones tan importantes como la ubicación del restaurante, la operativa interna, el interiorismo y la decoración, la oferta gastronómica, gestión de compras y un largo etcétera que incluye nuestro Know-how con mas de 50 años dedicados a la restauración”, explica Lapena. “Una vez abierto, el soporte es total y continuado. Creemos que la relación entre franquiciador y franquiciado debe ser muy próxima, ágil, honesta y fluida para asegurar el éxito de su negocio”.
Su expansión
La solidez caracteriza al Grupo Andilana. Y por ello, quieren que el crecimiento de La Mary también sea estable, sostenido y, sobretodo, asumible. “Preferimos dejar de abrir nuevos locales si no estamos seguros que vamos a poder dar el soporte que queremos ofrecer a nuestros franquiciados. Por suerte, no tenemos ninguna presión en abrir un número determinado de locales al año y nos interesa más el perfil del franquiciado y su futura implicación. Somos una empresa familiar y, el simple interés de una persona en nuestro negocio, para nosotros es ya un éxito”.
Una filosofía que ha hecho que este Grupo nunca haya cerrado ninguno de sus restaurantes. “En nuestra mente no entra la posibilidad de cerrar alguna unidad que hemos abierto porque no funciona. Nos intentamos asegurar al 99% de que el restaurante franquiciado va a ser un éxito y, en caso dudas, desestimamos la inversión sin dudarlo. Cerrar una sola unidad seria un gran fracaso para nosotros, para nuestro grupo y para nuestra marca”, cuenta el director de Expansión. Y es que para este equipo de profesionales, “llegar a poder arruinar a una persona que ha confiado su dinero en ti es una sensación que no queremos experimentar de ninguna de las maneras”.
Con estas bases, los planes de expansión pasan por abrir este año unas cinco unidades de La Mary a nivel nacional. “En el mercado internacional estamos barajando diversos países donde han mostrado interés. Actualmente ya hay una Mary en Manila (Filipinas) y la zona del sur-este asiático, así como China, nos parece interesante junto con otras capitales europeas y países latinoamericanos”.
La facturación de sus locales suele estar, de media, sobre el millón y medio de euros. “En los planes de negocio que elaboramos antes de dar el visto bueno definitivo a una ubicación, no aceptamos unidades que facturen por debajo del millón de euros. Que el retorno de la inversión sea menor de tres años es nuestro principal objetivo”.