La cadena de peluquerías Franck Provost, que pertenece al Grupo Provalliance, líder en Europa, ofrece a todos los emprendedores e inversores una opción perfecta de negocio “llave en mano”, incluso para los que no tienen experiencia en el sector de la peluquería y quieren centrarse en la gestión de su centro.
Es el caso de Fernanda Martins, franquiciada de la firma en Barcelona desde 2010. Su primer centro Franck Provost lo abrió en la calle Balmes de la ciudad condal y hoy ya prepara la apertura del tercero con la cadena.
Juntos desde 2010
Fernanda es una de esas emprendedoras que en plena crisis, allá en 2010, decidió hacer frente a la complicada situación económica montando una franquicia. “Tuve claro que no quería montar mi propio negocio, ya que el contexto no era nada propicio para ello. Abriendo una franquicia Franck Provost conseguí tranquilidad, porque sabía que contaba con el respaldo de una gran firma que me podía asesorar y sobre todo que podía ayudarme a hacer crecer a mi negocio”, explica.
Cuando se unió a la enseña, Fernanda trabajaba como empleada administrativa en una empresa de ingeniería. Nada que ver con la peluquería pero supo ver el potencial de este negocio. “Me llamó también la atención su imagen comercial y el concepto de peluquería de gama alta a precios accesibles para todas las mujeres. Franck Provost ofrece a sus clientes un trato de lujo y las últimas técnicas en corte y color, a un precio asequible”, resalta.
Ya desde el principio, Fernanda obtuvo muy buenos resultados con su centro. “Como todo negocio que empieza, requiere mucho trabajo pero ya desde el inicio crecimos rápido y obtuvimos un gran éxito entre las clientas”. Y añade: “Teniendo en cuenta la situación económica del país, no pensé que tendría buenos resultados tan pronto”. Y tan buenos fueron que Fernanda está hoy a punto de abrir su tercera peluquería Franck Provost en Barcelona.
Soporte para los franquiciados
Franck Provost ofrece un apoyo continuo a sus franquiciados. Para Fernanda, a parte del soporte, otro de los puntos fuertes que la Central pone a disposición de los centros es “la formación de los empleados, empezando con la comprensión de la filosofía de la marca y de su técnica propia de corte”. Y añade: “También me gustó mucho el curso de gestión que me impartieron, es interesante y imprescindible para alguien que nunca ha tenido que gestionar un salón de peluquería”. El de Fernanda es solo un ejemplo de los franquiciados que, sin tener experiencia previa en el mundo de la peluquería, han triunfado con Franck Provost. Y no solo con un local, sino con tres.
Perfil 100% inversor
Maribel Ferrero es otro caso de franquiciada que ha encontrado en Franck Provost una inversión perfecta. Su perfil es marcadamente inversor: Maribel abrió su centro Franck Provost en abril de 2013 porque le gusto “el sector de la peluquería y el posicionamiento en el mercado de Franck Provost, es una empresa a la vanguardia de las tendencias, que lucha por la calidad, por el servicio, por los grandes y los pequeños detalles que hacen que marquen una diferencia”, detalla.
Sin experiencia en peluquería, Maribel se sintió atraída por ese sector y destaca que “aunque es una inversión, voy mucho por el salón, prácticamente todos los días, por los grandes y los pequeños detalles que hacen que marquen una diferencia”, detalla.
Maribel, que realizó una inversión de menos de 100.000 euros para abrir su centro Franck Provost en Madrid, destaca la buena relación entre franquiciado y franquiciador.
El apoyo de la Central en un inicio ha sido importante, a la hora de la búsqueda del local, obra, sistemas informáticos, conocimiento del negocio en general. "Y una vez abierto ese apoyo continúa”. Maribel lleva poco menos de un año en la cadena y ya se plantea abrir algún otro Salón de la marca.